Blog sí, blog no. Blog sí, blog no. Blog
sí, blog no. Y así horas, días. En el curro, blog sí, blog no. En casa. ¿Qué
hago? Suficiente con publicar en facebook? ¿Suficiente con subir al twitter?
¿Suficiente con poner también algo en eso que no entiendo que es el Google+,
que no me gusta ni aún entiendo para qué sirve? En fin… Que blog sí.
Un
blog nuevo o una pestaña en el que tengo. Que sí, que he leído que caca, caca
blogger y que si oh, la, la wordpress… Cero ganas de ponerme a montar otro blog
(por cierto, retomar de una vez el blog, este sí, de wordpress, escribir, devolver
los libros a la biblioteca…, cosas mías). Pestaña en el que tengo, que además
de ser una vegana muy verde me gusta escribir, soñar, volar… En fin… Que
pestaña en el que tengo y ya las diosas irán diciendo.
Desde
este rincón os doy la bienvenida a mi diario. Diario de una vegana muy, pero
que muy verde (que me dicen que compre el tofu en el mercadona y me pregunto en
qué sección estará, o si llevará un libro y un clavel rojo para que me resulte
fácil reconocerlo…, y hasta aquí puedo leer).
Habrá recetas, sí. Con instrucciones para elaborarlas de manera tradicional y con Thermomix. Adoro cocinar, es relajante… Y
comer, comer es grande. Antes, permitidme que empiece a familiarizarme con
absolutamente todo el mundo este verde, tofuniano y alguiano que me tiene algo
espantada… De espanto… Sí, todo lo nuevo me causa así como miedito…
Habrá
reflexiones, búsquedas, luces, desalientos y desasosiegos… Que de eso van los
diarios. Por el momento, aquí dejo el primer pasito. Minúsculo, diminuto, como
las manitas de mi hija. Como sus dientes y su naricilla. Como toda ella. Salvo sus
ojos, de un verdor enorme que me gana con apenas una de esas miradas suyas,
como sin querer, de reojo…
Twitter
Facebook
Google+