sábado, 31 de agosto de 2013

Apuntes sobre la prostitución. 29/10/2012

Cierto es que mi balanza sigue cayendo hacia el lado abolicionista pero... Ya empiezo a tener peros. Bueno, el caso es ¿qué hacemos con las mujeres que actualmente se están prostituyendo? ¿Qué hacemos hasta conseguir la abolición? Aquí creo que mi respuesta es sencilla: regular. El colectivo Hetaira expone: exigimos: reconocimiento de derechos laborales para quienes ejercen la prostitución por decisión propia; protección y seguridad para quienes son víctimas de trata de seres humanos; y empleo y formación para quienes deseen abandonar la prostitución. ¿Quién ejerce la prostitución por decisión propia? ¿Quién limpia escaleras por decisión propia? ¿Quién es teleoperadora por decisión propia? Aquí ya estamos poniendo en cuestión el principio de la libertad de elección del que se vanagloria el actual sistema de esclavización humana en el que vivimos.
Pero yo quería hacer un inciso en otro aspecto de la prostitución. El aspecto estrictamente sexual, el de la manera de entender el sexo de mete-saca, pene-vagina (o cualquier otro "agujero"). Ahora que las mujeres empezamos a nombrar nuestro sexo, ahora que hemos descubierto que el homólogo al pene masculino es nuestro clítoris (el único órgano humano cuya función es únicamente dar placer), ahora que las mujeres reivindicamos una manera diferente de hacer el sexo (besos, caricias y penetración siempre igual y siempre por este orden como que empieza a no decirnos nada), ahora que el modelo de sexualidad coitocéntrico pierde enteros y nosotras empezamos a tomar parte más que activa en los temas de la cama... La prostitución ofrece el modo más fácil para un varón de tener relaciones sexuales. No se preocupa de si le toca más aquí o allí, si hoy hay simplemente caricias o si vamos a dejar la penetración para luego y ahora vamos jugar largo y tendido con las manos (esas grandes olvidadas en las relaciones sexuales). A los varones no les han enseñado más que alabar su pene y el siempre monótono mete-saca. Y a nosotras nos han enseñado que no hay más mundo ni más allá que alabar al pene. Ah, y que por supuesto el sexo es sucio, denigrantes algunas prácticas, los hombres están "salidos" por su propia naturaleza varonil... Con lo que estamos legitimando, aun sin quererlo, la existencia necesaria de la prostitución.
Óleo. Información y venta aquí.
Es de obligado cumplimiento una reinterpretación de las relaciones sexuales, de las relaciones entre mujeres y varones.  Tres de cada cuatro hombres que acuden a la prostitución están casados. Si tanto ellas como ellos tuvieran una buena educación sexual, sin temores ni tapujos ni estereotipos, sin el patriarcado siempre creando y manteniendo desigualdad, ¿ellos "necesitarían" de los servicios de una "profesional"? (Se llama profesional a una mujer que se deja hacer, que cumple con todas las fantasías y deseos, que no aporta, que no goza ni tiene opinión, a la que no se le pregunta lo que quiere o si le gusta o le duele, que siempre está dispuesta. Una mujer devaluada, bajo ningún concepto empoderada. Eso es lo que han enseñado a los varones sobre el sexo, y lo que nos han enseñado a nosotras).


Y ya para terminar, ¿cómo sigue siendo una verdad aceptada que los varones necesitan más sexo que nosotras?

1 comentario:

  1. http://www.diario-octubre.com/2013/09/03/la-prostitucion-un-analisis-anticapitalista/

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