jueves, 16 de enero de 2014

La niña canalplus I

Hace tanto, tanto tiempo que no hablo contigo, que ya hace tiempo, bastante tiempo, olvidé tu voz. El tono, la cadencia, tu acento. Tu risa, tu pelo y tus ademanes. Tu manera de ver la vida y la tranquilidad que sentía a tu lado, con tus palabras. Y, francamente, me da lo mismo.

Me da tanto lo mismo que asusta, me asusto. ¿Será que ya nada me importa como antes? Será que ya nada me importa como antes. De la manera de antes. Será que ya todo el mundo me parece una maraña de prescindibles. Que están, bien. Igual de bien que si no están. La única persona que me importa, que de veras me importa, no está. O está sin estarlo. Sombra pura… No ha estado nunca, si nunca se pudiese medir. Nunca desde que recuerdo, hasta donde llegan mis recuerdos. O no. Miento. Creo que hubo un momento de paz. La que no debió cumplir su parte del pacto fui yo. Debí cometer el más atroz de los errores, esos que no se perdonan. No se perdonan porque no tienen perdón. Ni perdón ni excusa ni remisión. Y aquí sigo. No sólo no te hace caso sino que te desprecia.


¿Después de esto crees que me importas lo más mínimo? Francamente, pienso que lo tuyo debe ser puro teatro. Apariencia. Eso que se te da tan bien y a mi tan rematadamente mal ¿cómo era?, diplomacia. Va a ser. ¿Cuándo podemos empezar a hablar de supervivencia? Hoy, en medio de un curso inagotable e inacabable he tenido una epifanía: no me permito amarle. Cierto. Lo intento (hace tiempo supe que no era una caballera jedi, ya no tengo que hacer o no hacer las cosas pero no intentarlas). A veces incluso recuerdo la alegría. Pero no. Pero no. Pero no. Y se cierran las puertas. Y cierro las puertas. Una a una, las voy cerrando todas. ¿Y piensas entonces que me va a importar lo más mínimo algo de lo que me vayas a decir? ¿Que me voy a alegrar con tu alegría? No tienes que quedar bien ya conmigo. Ahora ya no. Que no recuerdo tu voz, ni tus manos, ni tu andar sereno. Que me importa un bledo. Francamente querida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario