viernes, 3 de octubre de 2014

Confesiones de una vegana muy verde 2 1/5

¿Que por qué estoy tardando tantísimo en comenzar de una vez (más allá de cambiar leche de vaca por leche de soja, ídem con los yogures y comprar un paquete de tofu con el que aún no sé qué hacer)?

Primero porque me da susto y miedos múltiples todo lo que tiene que ver con comenzar algo nuevo. Por si no sé, o se me da mal, o tantas y tantas tonterías ahora que lo pienso. Carne de psicoanalista, cuando tenga dinero. Coraje y dinero.

Y dos, la cuestión material: antes del verano participé en una campaña de papeles con especias para pollo. De esas que te envían a casa mil muestras y por más que repartas te siguen quedando mil. Igualito que la leyenda bíblica. Compré como una granja entera, literal, y llevo comiendo pollo a destajo desde que decidí pasarme al mundo vegano. En serio, a destajo.

Very cool photo blog

Ahora que ya queda algo menos de un cuarto de granja en el congelador he decidido personarme en una tienda vegana. Soy más de internet -vagancia absoluta y ahorro de tiempo-, pero ¿qué compro? ¿QUÉ COMPRO?

Quiero elaborar mi propio queso y hamburguesas y ¡mantequilla! y quiero un molde para hacer hamburguesas y un cacharro mágico que convierte los calabacines en espaguetis. Quiero aprender a cultivar germinados, seitán, tempeh, pan de cereales y saber de una vez qué es la soja texturizada y cómo se cocinan las algas. ¡Lo quiero todo!

Necesito una cara amigable que sepa canalizar este "en serio, ni idea, ayuda por favor", que me acompaña cada día. Pez, pez me siento, pez soy. Pez así tipo padre de Nemo. O Dori... mi Dori...

Rizamos el rizo. Busco tiendas... Y pienso hacia mis adentros la suerte que tengo de vivir en la capi del reino aún resultándome todo tan, tan difícil... No me imagino en un pueblo de Cuenca. O en Cuenca misma.

En fin, que busco tiendas. La primera de la lista, en la misma calle, misma acera, a tan sólo unos números del portal donde vive la abuela de mi ex (cómo suena, mi ex... suspiro). ¡Ya es casualidad! Para ahorrarme un disgusto gratuito y sin sentido, decido buscar otra. Mismo barrio, sí, pero al menos con varias calles de por medio. Se agradece. Además, la recomiendan -en una de las quinientas páginas que he visitado estas semanas- por si quieres comprar materia prima y cocinarla, que de eso se trata. Cocinar... Voy mañana bien temprano. No sé si llevarme el carro de la compra... La semana que viene os cuento el periplo...



1 comentario: